La pliego, la meto en el ascensor, la bajo del ascensor, la despliego, me pongo los reflectantes, me subo, miro a izquierda, miro a derecha y por fin, pedaleo…
Los paseantes me miran, los conductores se giran para verme, a los motoristas les da envidia (y a mí ellos…¡mi reino por un motor!), los autobuseros me guiñan un ojo, los polis me saludan (con la cabeza, que las manos las tienen ocupadas), los perros se me acercan como si de un colega se tratase, y me huelen (y yo a ellos).
Y yo grito (sin gritar): ¡libertad (divino tesoro)! Y sonrío sin sonreír. Y todos se quedan helados, asustados, no se inmutan.
Y con tanto ajetreo llego cansadísima al trabajo.
PD Maravillosa película cubana es La vida es silbar.
lunes, 4 de junio de 2007
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4 comentarios:
Yo también me giraría a mirarte... ;P
Hoy sois unos locos, espero que mañana seáis pioneros de una ciudad más habitable, más amable... También nos tratan por locos a los circulamos en moto por Madrid, pero cada vez somos más.
Todo mi apoyo a tus piernas, que estos primeros días les toca sufrir un poco...
Póngame a los pies de sus piernas doloridas.
¿Sabes cómo se distingue a los pioneros? Por las flechas que se llevan clavadas a la espalda. Brindo por esa bici, y por los ovarios que le echas a la vida.
Jo, gracias a los tres por los ánimos...me hacen olvidar las agujetas...
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