miércoles, 26 de septiembre de 2007

Me caigo del mundo

Acabo de leer un artículo de mi querido Eduardo Galeano que ha llegado a mis manos, y de él extraigo la siguiente frase:

“…en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra”.

Eso que él cuenta me pasa muy a menudo. De hecho, hay veces que me vuelvo a caer sin haberme levantado. Y sinceramente, muchas de esas veces se está tan bien fuera del mundo…

Ahora, al oír la noticia sobre el acta de una reunión entre Aznar y Bush cuatro semanas antes de la invasión de Irak, me he vuelto a caer del mundo, y no sé si quiero entrar, porque sé que, inevitablemente, me caeré de nuevo.

Quizás eso es la vida, o parte de ella. Quizás. Y es cierto que a veces me incorporo como si nunca me hubiera caído, y sólo por eso ese golpe es más que bienvenido. Pero otras veces, otras veces, el mundo cierra sus puertas blindadas y yo no tengo fuerzas para abrirlas. Ni siquiera sé cómo hacerlo.

Hoy, gracias a esos dos grandes hombres, y a otros tantos, el mundo me ha cerrado las puertas en las narices. Y la caída ha dolido, porque hoy, este golpe es el resultado de la suma de muchas de mis anteriores caídas. Pero lo peor es que mi cuerpo sufre ya futuras caídas: por favor, que la historia no se repita con Irán.

3 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Me encanta esa expresión. Explica una sensación que muchas veces no he sabido transmitir con palabras: caerse del mundo...

estilografic.blog dijo...

Hay otra expresión muy parecida que también dan ganas de aplicar a veces: "me cago en el mundo".

mexileña dijo...

jajaja, estilografic, has dado en el clavo...