miércoles, 9 de julio de 2008

Diez años

Supongo que siempre hay cosas que a una le hacen pensar que algo está cambiando. Aunque también existan otras que también a una le hacen pensar precisamente lo contrario.
Lo que he visto hoy hace que me decante por la primera alternativa, aunque posiblemente mañana, o dentro de un rato, me decante por la segunda.
Situación:
Miércoles 9 de julio. 15h. Me subo al metro en Callao. Vuelvo al trabajo después de comer, o engullir, según se mire. Suben varias personas conmigo, entre ellas, dos chicas jóvenes que van juntas, de unos veinte años.
Voy leyendo. Las dos chicas se encuentran justo en la línea de mi mirada.
Creo percibir un roce cariñoso entre ellas. No le doy más importancia, aunque reconozco que me pica la curiosidad. Así, entre línea y línea de mi libro abierto hoy por primera vez, levanto ligeramente la mirada.
Pasan varias estaciones y justo se colocan al lado mía, a mi derecha, apoyadas en la puerta contraria a la de apertura. Una besa el hombro de la otra –más que verlo, lo percibo, porque no giro la cabeza: mi curiosidad no supera la vergüenza que sentiría por mirar con descaro. Pero el sonido del beso (repito que estoy muy cerca) confirma mi sospecha. Y lo oigo repetidamente. Efectivamente, están en actitud cariñosa (¿quién inventaría esa frase tan espantosa?).
Veo que hay varios pasajeros que miran con curiosidad. Pero nada más.
Afortunadamente, cada vez se ven más este tipo de situaciones, pero suelen darse en horarios, contextos, zonas diferentes a un vagón de metro cualquiera lleno de gente que va o vuelve del trabajo.
Enseguida me bajo. Y me encierro en el zulo preguntándome qué es lo que ha pasado en estos últimos diez años, cuando yo tenía esa edad. No me recuerdo con capacidad de comerme el mundo con 20 años. Es más, creo que el mundo me comió a mí durante un tiempo. Y quizás es ahora cuando me estoy librando de ese mundo que me engulló sin darme cuenta.
Joder, me siento mayor…

9 comentarios:

belenmadrid dijo...

sí, pero mira lo que pasa en algunos restaurantes..

http://www.elpais.com/articulo/madrid/bar/elpepusoc/20080706elpmad_4/Tes

belenmadrid dijo...

jo, pues no sale entero.. a ver ahora:

http://www.elpais.com/articulo/madrid/bar/elpepusoc/20080706elpmad_4/Tes

belenmadrid dijo...

http://www.elpais.com/articulo/madrid/
bar/elpepusoc/20080706elpmad_4/Tes

(a ver si separado.. perdón)

Mariano Zurdo dijo...

Por la época que nos ha tocado vivir, más de uno nos vamos comiendo el mundo de a poquitos, en vez de a bocados.
Nunca se pueden separar las circunstancias sociales de las personales para determinadas cosas, y en diez años han pasado muchas cosas, algunas, incluso buenas.
Síguete comiendo el mundo, aunque sea a bocaditos.
Besitos/azos.

Jove Kovic dijo...

Yo también lo creo, deberías pensar en dejar el sexo, las drogas y el rock'n'roll. La oración y el macramé pueden ser unas buenas alternativas...jajajajaja.

Jove Kovic dijo...

Me suscribo, que me olvidaba.

mexileña dijo...

Géminis, lo leí en el periódico. Pero la gran noticia de ese triste hecho es que esas dos chicas, saliéndose del circuito de locales “gay friendly”, se sintieron libres…
Zurdo, cierto, cierto, los poquitos a poco al final son muchitos…
Jove, estoy que rompo la noche, con eso te lo digo todo…jajaja.

Irreverens dijo...

Me leí este post el día que lo publicaste y creí haberte dejado un comentario...

Bueno, pues aunque tarde, me uno a la celebración de que, por lo que parece, poquito a poquito las cosas van cambiando.

Lo que me ha extrañado muchísimo leer de ti es que a los 20 años no te sentías con fuerzas de comerte el mundo. Yo creo que hasta me harté de comer... fíjatetu.

Besazos

mexileña dijo...

Lo cierto Irre es que nunca he sido muy de comerme al mundo, sino de quedarme observando y moverme sin prisa pero sin pausa…Tuve unos añitos de parón en la veintena, donde el mundo se movía y yo me quedé estancada. Eso me sirvió luego, ahora lo sé, pero fue duro. Y cuando pasó ese etapa, seguí mirando y actuando, pero siempre despacito...soy más de poquitos a poco…