Hace ya tiempo que quería poner este relatito de Espejos, de Galeano. Sí, otra vez más Galeano...
Alrededores de Sevilla, invierno de 1936: se acercan las elecciones españolas.
Anda un señor recorriendo sus tierras, cuando un andrajoso se le cruza en el camino.
Sin bajarse del caballo, el señor lo llama y le pone en la mano una moneda y una lista electoral.
El hombre deja caer las dos, la moneda y la lista, y dándole la espalda dice:
-En mi hambre, mando yo.
viernes, 5 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Gran ejemplo de decencia e integridad, algo aparentemente escaso en la sociedad actual.
Besos
Totalmente de acuerdo Irre.
Besos.
¡ Salud y República!
¡Siempre Jove! Besos!!
No deja ni dejará de sorprenderme la capacidad que tiene Galdeano para decir tanto con tan poco.
Besos.
Alrededores de Córdoba, 1976. En una majestuosa finca privada, donde viven unas veinte familias como temporeros feudales, viven mis abuelos maternos. Tan pobres como el señor del cuentito tanto en recursos monetarios como en formación. Cierto día llegó un agente electoral del PSOE. Les habló de compartir, fundamentalmente de eso. Toda su vida, desde ese instante, fueron voto socialista. ¿Por qué? No lo tengo muy claro. Quizá por ser el único que se le ocurrió visitar aquel bello pero inmoral lugar.
Más me hubiese gustado que el señor del cuento fuese mi abuelo y hubiese sido consciente de la realidad que estaba viviendo.
Besos.
muy interesante, sí señor.
Publicar un comentario