lunes, 29 de enero de 2007

Contención emocional

¿Tiene justificación que nos sintamos tan angustiados que amarguemos la vida de los que tenemos a nuestro lado?

Todos tenemos días buenos y menos buenos, cosa que nos lleva, ¿inevitablemente?, a ser desagradables con nuestra personas queridas (y no queridas).

Esto tiene que ver con la relación de pareja entre una amiga y su marido. Abogo y lucho por la contención emocional negativa (y por la no contención emocional positiva), cosa que evidentemente no consigo siempre que quiero. Convivir implica respeto permanente y radical, en todos los sentidos: respeto por sus decisiones, por su forma de ser, de entender la vida...es decir, respeto como máximo exponente.

Es cierto que no es fácil estar enfadada con el mundo y mantener la boca cerrada (y los ojos...) hasta que la tempestad amaine, pero, ¿y si no tuviéramos a nadie al lado? ¿qué pasaría si estuviéramos solos y no tuviéramos a nadie hacia quien dirigir nuestra ira? ¿la incontinencia verbal en los malos momentos cobra sentido cuando tenemos una persona al lado?

P.D. Muy recomendable el artículo Esfínteres en Involucionado.

4 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

La eterna lucha intestina entre individualidad y pareja, entre egoísmo y compartir. Algo muy humano que es confundir simpatía y empatía.
Me gusta tu concepto de la contención emocional negativa, pero te aconsejo que lo patentes ipso facto porque si no algún psicólogo norteamericano sacará una colección entera de autoayuda con tu idea...

mexileña dijo...

jajaja, me conformo con conseguirlo yo...

olvidado dijo...

Yo nunca he sido muy partidario de esconder mis sentimientos (a parte que no puedo)

mexileña dijo...

Yo tampoco, pero no se trata de eso: no son sentimientos, sino emociones negativas que trasladamos al otro/a sin reparo e injustamente (ansiedad, angustia, mal humor,...) sólo porque tenemos a disposición un buzón que está abierto permanentemente...