Recuerdo tu primer cumpleaños, el primero y el único al que me invitaste. En los siguientes me encargué yo de autoinvitarme…la confianza, ya sabes…
Y ahora me autoinvito al ¿octavo? que celebras desde que nos conocimos, ufffffff. Efectivamente, parece que fue ayer. Y yo sigo sin saber qué regalarte, porque un regalo nunca ha podido ni podrá transmitirte lo que querría, tantas cosas, tantas...tanto agradecimiento…
El primero te lo regalé con un ligero miedo –nunca te lo dije. Era caro para un primer cumpleaños (aunque era tan poco personal como un cd doble, una de esas medio rarezas) y no sabía qué pensarías (ya ves, mis tontos miedos). Y ¿sabes qué? Que ya no recuerdo qué otros regalos te hice…bueno sí, algún viaje (conmigo, claro) y una cámara de fotos. Pero el resto los he borrado de mi mente. Realmente eres tú quien me regala.
Acabo de darme cuenta de que es el noveno cumpleaños, y no el octavo, aunque en el fondo me dé igual porque el antes existe sólo difuminado, muy difuminado, como entre tinieblas. De hecho podría decir sin exagerar que en mi vida existe un A.P.C. (antes de tu primer cumpleaños) y un D.P.C. (después de tu primer cumpleaños). Sí, sin exagerar.
Me encanta este mes, desde hace 8 años…
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4 comentarios:
No puedo dejar de llorar, esto no se hace...
Tu fuiste, eres y serás mi mejor regalo...
Me da un pudor terrible decir nada, así que me voy como vine, de puntillas, y dejo un beso enorme para que lo pongas de moña en el regalo.
yo también mando un beso y que me ha gustado lo que has escrito hoy :)
Si alguien me escribiera alguna vez algo parecido, creo que podría morirme tranquilo.
Felicidades por duplicado.
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