Hoy he soñado algo terrible. He soñado que una amiga a quien quiero mucho moría de una grave enfermedad. Ella me enviaba un correo electrónico para decirme que estaba grave, que le quedaba poco tiempo de vida, y yo, angustiada, le llamaba urgentemente. Recuerdo nuestra última conversación –telefónica- en el sueño.
Y recuerdo mi llanto sin parar mientras hablábamos y que, algo más tarde, me daban la noticia de su muerte. Y de nuevo, mi llanto infinito.
Me he levantado angustiada, sintiendo una profunda tristeza, y real, muy real.
No es la primera vez que sueño con la muerte de alguien. Creo que tengo mucho miedo a la muerte de l@s otr@s, de mis seres queridos. Bueno, no lo creo. Tengo pánico. Sólo de pensarlo me quedo fría, helada. Como ahora.
Y mi cabeza me lo recuerda de vez en cuando.
A veces odio a mi cabeza.
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6 comentarios:
Nuestras cabezas nos conocen mejor que nadie, por eso son tan cabronas. No podemos engañarlas.
No sé explicar esto demasiado bien, pero a mí mi propia muerte me da pena, pero la muerte de los seres queridos me da auténtico pánico.
Como dice Jove, nuestras cabezas son unas cabronas y lo ven todo desde todo lo alto.
Besitos/azos.
Son solo sueños...lo peor es que la muerte llegara,para nosotros y los seres queridos...que lo haga dentro de muchisimos años..
salu2
A mi también me pasa a veces, sueño con cosas que me angustian y es tan grande el alivio al despertarme...
Yo que pensaba que el zurdo te iba a decir cómo controlar los sueños...vaya psicólogo de pacotilla ¿no?...ays, no me meteré con él mientras esté malito.
Ya os lo diré en persona pero que me alegro mucho que todo vaya viento en popa con vuestro proyecto. Recuerdos para P. Muaks
Jove, totalmente de acuerdo, son unas verdaderas cabronas.
Zurdo, me suena eso que dices...
Duende, es inevitable, es el pago que tenemos que hacerle a la vida.
mgqseaml, ya ves que el zurdo pasa olímpicamente de mis neuras...Gracias por tus ánimos. Pero como decía el zurdo, aquí somos seis...besos.
La muerte.
Como he leído por ahí, el problema es que no nos enseñan a convivir con ella, a lo sumo esa "bonita" frase que he oído tantas veces: "Es lo que Dios quería".
Es una de las cosas por las que no creo en dios. Una de tantas.
Creo más en las cabezas, que nos putean a conciencia.
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