Cuando paso un tiempo fuera de casa mi piel se inventa la sensación absurda de que todo podría ser diferente a como solía ser antes de irme, e incluso que podría haber desaparecido. Siento que quizás vuelva y no tenga casa porque seguramente nunca antes la tuve, ni familia que me espere, y que quizás hasta mi rutina es inventada. Como si todo hubiera sido un sueño: toda la vida que recuerdo, mi vida, un largo sueño del que de repente voy a despertar sin recordar mi verdadera vida.
Pero no, afortunadamente cuando vuelvo, todo sigue igual. Lo bueno y lo malo, lo triste y lo alegre, lo tierno y lo crudo. Mi vida. Y cuando abro la puerta de casa, suspiro aliviada.
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7 comentarios:
Pues, nada, a disfrutarlo.
:)
¡Y bienvuelta a casa!
Seguro que es una sensación muy agradable. Si te sirve de consuelo, yo también tengo momentos reflexivos similares al tuyo.
Besos.
Gracias Irre!
Jove, me sirve, me sirve...
Besos!
bienvenida!! yo como nunca me voy más de una semana no me pasa eso, pero tiene que ser bueno alegrarse de volver, mejor que la depresión post vacacional esa, jeje
Todo sigue igual, pero esas sensaciones en la piel quedan en la memoria y, con un poquito de suerte, ayudan a evolucionar.
¡Bienvuelta!
Besitos/azos.
A mi me pasa a veces cuando sueño, también respiro aliviada cuando me despierto. Besitos
Bienvenida a casa. Ah, y felicidades, por el anterior post, que llego tarde.
Besos.
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